poema cotidiano


estarás atrapado entre apuntes interminables
o tal vez maldiciendo mis arrebatos
pero no hay un sentido más que el nuestro
ni fracaso más certero que el de no vernos
cómo te explico que me enamoro a cada rato
de tu voz y de todos tus silencios
que sé que no voy a volver a encontrate mío y extraño
en una esquina llena de besos - ya no ocurren tantos milagros
tal vez estés perdido en tu almohada
cansado de ser un hombre urbano
y yo maldiciendo la humedad de esta ciudad infinita
preguntándome si te gustara mi pelo
extrañando la luz de tu cama
tu amor a oscuras y tus gatos


madrugada roja

Detrás de mis ojos
juraría que todavía estás alli
a la vuelta de mi sonido exacto
de pie frente al aguijón de mi sonrisa
Tu palabra me atraviesa el cuerpo
me intima doblada
me desbarata a los gritos la creencia de la piel
Te devuelvo este enredo fatal
yo hablaba de romance y de bolero
de Cortazar y de un bar
No te creo infinito y cayéndote por la boca
no perdono tu traspié
ya no puedo sostenerte
te reclamo hoy mi madrugada roja
conservo ese inconciente pintado en tu pared
te acuso de vivir en mi vida
como el delirio de una letra muerta


otro cuerpo

Amor es nombrarse a sí mismo
con el nombre de otro
y poder no darse cuenta
y saber que poco importa
que rebelarse a ser para ser el otro
es un existir traicionado

Rebelarse a ser
es morirse intentando devorar-lo
para conservar el cuerpo propio y del otro

amorglotonados

eternamente


silencio

Nunca hablo del silencio. Es lógico. Si hablo del silencio lo asesino y me siento mal.
Sin embargo el silencio me habla. Cuando él me habla, sin voz, se me mueren las palabras.
No se siente culpable el silencio de hablarme para decirme NADA?
Silencio asesino.
Yo te acuso de abismarme en una muerte de voz muda.
Si allí me caigo desde allí no hablo.

Sólo soy sorpresa despalabrada

red de voz

Y si fueras a caer en mis redes que estés enredado a la maraña de mis ojos
Y si es que te enreda la locura de mi pelo, que no sea la palabra que me falta la que te nombre ausente
No quiero pensarte perdido

No quiero pensarte
Pensarte es darte por perdido

Es darte
Es pérdida
No entiendo la masacre en tu cabeza
Soy la que te habla para no ser oída
No me oís

Huís
Y sigo hablando amargamente:
Hablarte es traerte, convocarte, salvarte
Hablarte es matarte, porque en tu respuesta ya no sos
Tu voz es Él y Otro

Tu voz son ustedes asustándome
Tu voz asesina me escribe insultos en la pared
Tu voz inquilina te habla y sos hablado hablándome
Ya no me hablen

No me hables